22 dic 2015

Las cervezas de mi vida 2: Estrella Damm & familia



Por Yordanis Ricardo Pupo
Fotos: @yricardo
“La Estrella Damm es la cerveza por antonomasia de Cataluña”, me dijo contundentemente el señor del hotel, antes de servirme aquella lata roja, con una estrella en el centro, que me pareció un poco comunista, pero ante el calor insoportable de un agosto en Sitges no pude negarme a probarla. 

Fue hace ya algún tiempo, durante mis primeras vacaciones en España, cuando conocí sus almendros, olivos y cervezas, sin saber que más tarde viviría dos años en Barcelona y la Estrella Damm remplazaría las Bucanero y Tuborg de otras épocas… 

En aquel primer encuentro la Estrella no me cautivó, pero durante mi larga estancia en Cataluña fue la preferida, la que nunca faltaba en la nevera, ni en las jarras de a medio litro cuando salíamos a la plaza del pueblo, ni en el REC de Igualada, o en nuestros paseos por Barcelona. 

De la amplia gama de cervezas de la Sociedad Anónima Damm bebí, además, mucha Voll-Damm (con doble malta y sabor intenso) y Free Damm (sin alcohol, más apetecible en algunas épocas del año por su sabor límpido). 

También probé la A.K. Damm (de estilo alsaciano, “una mezcla de sofisticación y pragmatismo, suavidad y carácter”), incitado por mi cuñada Pilar, quien me regaló los juegos de copas de esta cerveza y de la Estrella, con las que me inicié en el coleccionismo cervecero… 

Sin embargo, nunca me atreví con su hija mayor, la Bock-Damm (negra, tipo Munich, de 1888), o las jóvenes Daura (sin gluten), Saaz (muy aromática, con lúpulo checo), Inedit (malta y trigo con especias, creada por el cocinero Ferran Adriá) o la Weiss Damm (de trigo). 

En algunas fiestas sí disfruté de la Xibeca, su famosa “litrona” de 1931, que algunos consideran la pariente pobre de la familia, pero que en verano se toma muy bien, junto a sus claras Damm Lemon y Free Damm Lemon (sin alcohol). 

Al igual que Estrella Galicia y Cruzcampo, la Damm produce una cerveza de navidad, diseñada para el invierno y muy difícil de conseguir por ser una edición limitada. Por suerte, en estas fiestas de 2015 probaré esta exclusiva fórmula, que los maestros cerveceros fabricaban a principios de los años 50 para regalar a familiares y amigos. 

De la cartera del grupo son también Estrella del Sur (Sevilla, 1959), Estrella de Levante (Murcia, 1963), Victoria (Málaga, 1928, pero fabricada en Murcia), Turia Marzen (Valencia, 1935, también hecha en Murcia) y Keler (País Vasco, 1890), a esta última no tengo el gusto de conocerla, pues mis viajes por la península no han llegado tan al norte y son cervezas más bien “locales”. 

Fábrica Estrella de Levante, Murcia
Sabía de la existencia de La Estrella del Sur, pero no la pude probar hasta hace unas semanas (vea mi entrada sobre el tema), sin embargo, de la murciana tengo una buena colección, pues el año pasado visitamos la tienda que tienen en su fábrica de Espinardo, y además de sus clásicas Estrella de Levante y Estrella de Levante Sin, pude comprarla en la botella conmemorativa de sus 50 años “entre amigos”.

La Victoria (“malagueña y exquisita”) también la conozco, pues desde que se volvió a relanzar, en 2007, los malagueños la exhiben con orgullo en sus bares, y sus hosteleros han hecho tanta presión, que Damm ya ha comprado los terrenos para traer su cervecería otra vez aquí. 

S. A. Damm también posee licencia para producir en España la cerveza estadounidense Budweiser, la danesa Skol y la alemana Raderberguer; pero no solo elabora cervezas, en su portafolio encontramos aguas (Veri, Agua Fuente Liviana), Cacaolat, Eurofoods, Pescanova y una cadena de restaurantes llamados La Rodilla. 


El legado de la familia Damm es millonario, pero la historia comenzó hace más de 140 años, cuando el joven maestro cervecero August Kuentzmann Damm emigró desde Alsacia con su esposa Melanie, huyendo de la guerra franco-prusiana.

El viaje les llevó hasta la costa de Barcelona donde, en 1876, abrieron su propia cervecería en el número 27 de la calle Viladomat y crearon una bebida adaptada al clima mediterráneo, más ligera que las centroeuropeas, pensadas para zonas más frías. 

“En una época en que la cerveza era un producto exótico y de lujo”, fundaron también la cervecería Gambrinus en la Rambla, y en 1905, La Bohemia, en la calle Rosellón. Cinco años más tarde se constituyó la S. A. Damm y la fábrica de Rosellón pasa a ser la factoría principal, hasta 1992, cuando se convierte en su sede administrativa central y museo.

A diferencia de muchas cerveceras, casi desde sus inicios Damm posee maltería propia, lo que les permite contar con materias primas de calidad y controlar de primera mano todo el proceso productivo. 

La primera "Estrella"
después de mi regreso a España, en 2013
Hasta hoy Estrella Damm se elabora utilizando aquella receta original de 1876, resultado de la combinación de malta de cebada, arroz, y lúpulo. La levadura es otro de sus ingredientes únicos, y hace muchas generaciones que usan la misma cepa, de la que guardan reservas bajo máxima seguridad en Barcelona, Valencia y Londres. 

Lo que sí ha cambiado es el nombre de la insignia principal: durante los años 1921-1991 se conocía como Estrella Dorada; en mi colección tengo 3 botellas de los años ´90, en las que se puede apreciar el cambio paulatino de nombre a Estrella Damm. 

Jarra conmemorativa de los Juegos Olímpicos de Barcelona, 1992
La Damm patrocina los grandes acontecimientos deportivos y culturales de la ciudad condal, como los Juegos Olímpicos de 1992 o el Festival de Jazz de Barcelona y, desde hace una década, organiza un concierto por el Día de la Mercé (Fiesta Mayor de Barcelona), al que, por supuesto, he asistido. 

Se celebra en la calle Rosellón, frente a la antigua fábrica. En su patio se vende cerveza fresquita a montón, te puedes llevar una camiseta de recuerdo y disfrutar de buena música con los mejores grupos del momento. 

Antigua fábrica de la calle Rosellón, Barcelona
Día de la Mercé, frente a la antigua fábrica de Rosellón 
Principal factoría de Damm, en el Prat de Llobregat, Barcelona
En Cataluña he podido fotografiar, además de la antigua fábrica de Rosellón, la de El Prat de Llobregat, la más moderna e importante del grupo (en 2013 producía una media de 5 millones de hectolitros: 3 millones de botellas, 15 mil barriles y 1 millón de latas). 

Además de la de Murcia, actualmente poseen factorías en Valencia y Portugal (bajo el nombre Font Salem); y en el pasado tuvieron una en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), que ahora produce Cacaolat, así como en Granada, Sevilla, Ceuta y Palma de Mallorca. 

Epílogo 

Desde hace unos meses vivo en Andalucía, donde las cervezas Cruzcampo (grupo Heineken España) y la San Miguel (Mahou-San Miguel) viven en una eterna guerra de mercado. Sin embargo, marcas como Alhambra, Estrella de Galicia y Victoria se van haciendo un hueco en el gusto de los consumidores. 

Que la Victoria vuelva a fabricarse en Málaga permitirá a Damm introducir aún más el resto de marcas en la zona, así que auguro que mi relación con la familia de cervezas de la Sociedad Anónima Damm no ha hecho más que empezar. 

Ya les iré contando.

 

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